Historia del Tarot (primera parte)

Artículo de Sergi Ferré Balagué, escrito en abril del 2011. Primera parte, siglos XV, XVI y XVII, el tarot histórico. Ver segunda parte, siglos XVIII, XIX, XX y XXI, tarot esotérico y moderno.

1. Introducción.

Sermones de Ludo Cum Aliis
Es difícil estudiar los orígenes del tarot debido a la escasez de documentos que la historia nos ha legado. Además frente a las pocas barajas que se conservan, la mayoría incompletas, nunca se tiene la certeza de si se trata de la original o de una copia posterior.
La mayoría de historiadores y estudiosos, como Stuart Kaplan, Decker Ronald, Depaulis Thierry, y Michael Dummett, coinciden en que las cartas del tarot se inventaron en algún momento entre mediados y finales del 1400.
El tarot ha sido desde sus orígenes un fértil campo artístico. De hecho algunas barajas como la de los Visconti-Sforza tienen hoy un valor incalculable. Aún así ni la historia del Arte ni la historia en general han prestado demasiada atención a este fenómeno cultural.

La estructura del tarot se simplificó con el tiempo hasta derivar en las barajas de juego actuales, que han reducido su tamaño eliminando también los arcanos mayores.
Pero su característica intrínseca, lo que la diferencia del resto de barajas, es el lenguaje de símbolos, estás imágenes que concentran de manera universal los conocimientos de la humanidad y las grandes cuestiones sobre su existencia.

2. Siglo XV.

Precisamente la primera mención histórica que tenemos del tarot es para condenarlo. Nos remontamos al 1377, siglo XIV, a una prohibición del padre Johannes de jugar a los naipes donde menciona seis tipos distintos de barajas, una de ellas de 78 cartas, justo el número que compila el tarot.
Pero es en los Sermones de Ludo Cum Aliis, manuscrito anónimo de un dominicano a finales del siglo XV, donde encontramos el primer documento conocido que enumera una serie de cartas muy parecida a la que hoy conocemos como Arcanos mayores.

2.1. El Tarochino de Bolonia (1419)
El Ermitaño se presenta aquí como un viejo alado con muletas
Un juego reducido a sesenta y dos láminas por la supresión de los doses, treses, cuatros y cincos de los arcanos menores. Se cree que fue creado por Francesco Fibbia, príncipe de Pisa, mientras se hallaba exiliado en Bolonia donde falleció en 1419.

Los arcanos mayores no llevan ninguna leyenda y El Papa, La Papisa y El Emperador son aquí figuras de moros.

Hay una continuación en este modelo realizada por el boloñés Giuseppe Maria Mitelli (1634-1718), utilizando la técnica del grabado. Ésta presenta a La Papisa como un segundo Papa, con lo cual habrá dos: uno sentado y el otro de pie. El Ahorcado se substituye por un hombre golpeando a otro con un martillo, El Sol por el dios Apolo y La Luna por Diana.

Tarot de Mitelli: Los dos papas, La Rueda de la Fortuna y La Muerte

2.2. El tarot de Visconti-Sforza (1432)
Se supone que fue pintado entre 1432, año en que tuvo lugar el matrimonio de Francesco Sforza con Bianca Maria Visconti que unió a ambas familias, y 1466, en que murió el duque de Sforza. En muchas de las cartas aparecen insignias heráldicas de ambas familias.

Está compuesto de láminas recubiertas de pan de oro y pintadas a mano. Es el tarot más antiguo de los que se conservan en buenas condiciones y del que además solo faltan cuatro cartas.

En este mazo es curioso ver que en El Carro aparece una mujer en lugar de un hombre, y que hay tres cartas que no se corresponden con otros tarots, que son La Caridad, La Fe y La Esperanza (que actualmente es La Estrella).

Se dice que la carta de La Papisa representa a Manfreda Visconti, quemada viva en el año 1300 por encabezar una herejía en virtud de la cual fue nombrada Papisa.


2.3. El Tarot de Mantegna (1465).
Es un precedente del Tarot utilizado en la educación de niños de clases altas. Su función pedagógica y su diseño eran similares a los cromos actuales.
Aunque debe su nombre al pintor cuatrocentista Andrea Mategna no fue éste su autor, ni tampoco Baldini, aunque podría haber sido Francesco del Cossa.
Son láminas de 10 x 18 cm que expresan un cosmos dividido en cinco grupos de diez cartas cada una y distribuidas como sigue.

La primera serie, las clases sociales, es la que tiene menor rango

Serie E. Las clases sociales: Mendigo, Mercader, Caballero, Rey. Emperador, Papa, etc.
Serie D. Las musas: Musa de la elocuencia, astronomía, el canto y la danza, etc
Serie C. Artes y ciencias: Gramática, Geometría, Filosofía, Astrología, Música, etc.
Serie B. Virtudes y principios cósmicos: Templanza, Fortaleza, Justicia, Esperanza, etc.
Serie A. Los planetas y las esferas: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno...

El grupo de la serie A, los planetas y las esferas, es la culminación de las anteriores

En cada grupo las figuras integrantes respetan una jerarquía de importancia. La segunda es más relevante que la primera pero menos que la tercera.
A su vez cada grupo sigue un orden numérico progresivo y un orden alfabético decreciente, de manera que el último grupo, que comprende la categoría de los planetas, termina con la Causa Primera de todas las cosas, Dios, y lleva la letra A.

3. Siglo XVI.

3.1. La lámina Cary (1500)
Es una sola hoja que muestra la impresión de varias cartas que por primera vez coinciden con el modelo de tarot que se acabaría imponiendo con el tiempo, el de Marsella (Francia). Aunque probablemente esta lámina fue producido en Milán (Italia).
En 1499 Francia conquistó el norte de Italia y probablemente las cartas de Tarot de este estilo fueran copiadas por los invasores franceses y llevadas a su país.

En 1590, el italiano Garzoni hace una minuciosa descripción del Tarot que encaja con el actual Tarot de Marsella.
Actualmente esta hoja pertenece a la colección Cary (Biblioteca Universitaria de Yale).

3.2. El tarot de Carlos VI.

Un registro del tesorero de Carlos VI de Francia cita el pago por tres barajas doradas, pintadas para el rey, por Jacquemin Gringonneur. Esta entrada fecha de febrero del 1392.

Durante mucho tiempo se pensó que la baraja de la imagen a la izquierda de estas líneas era la pintada por Gringonneur, lo que la convertía en el modelo más antiguo que se conserva.

Hoy sabemos que no es así, y que en realidad fue creada a finales del siglo XV o comienzos del XVI, en el norte de Italia.

Esta incompleta, faltan varios arcanos mayores y todos los menores excepto La Sota de Espadas.

Dichas láminas, pintadas a mano, carecen de leyendas y la numeración es posterior. Se conserva actualmente en la Biblioteca Nacional de París.

3.3. La Minchiate Florentina (1550)
Se considera una línea extinguida del Tarot y una muestra de cómo debieron ser las barajas anteriores hoy perdidas.

"De las setenta y ocho cartas ya conocidas se suprimió El Papa, pero se añadieron las tres virtudes teologales, una virtud cardinal, La Prudencia, los cuatro elementos y los doce signos del zodiaco, o sea viente cartas nuevas, con lo cual su número se eleva a noventa y siete: cincuenta y seis arcanos menores y cuarenta y uno mayores." (Emilio Salas).

Las seis últimas cartas, que van de la Estrella al Mundo, están sin numerar y El Loco se sitúa al final de todo.
Como vemos en la imagen, los Caballeros de los arcanos menores se hallan representados por centauros.

4. Siglo XVII.

4.1. Tarot de París (principios de siglo)
De autor anónimo es el más antiguo que se conserva completo
Parece ser una copia realizada apresuradamente de una baraja anterior más elaborada, recogiendo así características de antiguos tarots que quedaron en desuso.
"A pesar del origen italiano del tarot se impuso rápidamente el modelo provenzal gracias a la simplicidad de su dibujo y al acierto de sus colores, que conserva mejor el espíritu tradicional, hasta el punto de ser exportado a la misma Italia. Es por ello que todos los modelos anteriores a 1760 poseen sus leyendas escritas en francés, y sólo a partir de dicha fecha empiezan a traducirse al italiano y demás idiomas nacionales."

4.2. Pre-Marsella (XVII)
Tarot de Jacques Vieville, 1650.
"Por fuentes escritas se sabe que a lo largo del siglo XVII en España, Francia, Alemania, Flandes e Italia se realizaban láminas de Tarot pintadas a mano, pues la impresión de cartas estaba prohibida". En 1631 se levanta el veto en Francia y las barajas serán producidas con xilografía, estampación a partir de moldes de madera, dando origen al Tarot Marsella.

De entre las barajas que inspiraron el modelo clásico y aún se conservan destacan las de Jacques Vieville y Jean Noblet, las dos fechadas en 1650 y realizadas por estampación industrial.

Tarot de Jean Noblet, 1650, París.

Nota: Bibliografía en la segunda parte.

El copyright de las imágenes pertenecen a sus legítimos propietarios. Su exposición en este blog tiene solamente objetivos educativos. Para cualquier desavenencia escribir a sergiferre@gmail.com especificando la lámina y será retirada.

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